El Día Mundial del Diseño Industrial se celebra cada 29 de junio desde el año 2007, y coincide con la fecha de fundación del Consejo Internacional de Sociedades de Diseño Industrial (hoy Organización Mundial del Diseño) en 1957.
Con el objetivo de entender un poco mejor de qué va esta profesión, más allá de la limitante definición de crear diferentes tipos de objetos que satisfacen necesidades de mercado y de diferentes usuarios, en base a una determinada utilidad, y que además tienen una función estética, profundizamos un poco más en su amplio abanico de diversificación mediante las historias de cuatro graduados de la Licenciatura en Diseño Industrial de nuestra Facultad de Comunicación y Diseño: Federica Fernández, Nicolás Noblía, Pablo Pirotto y Daiana Pandolfo.
Fernández trabaja como ingeniera en diseño mecánico en Integer Holdings Corporation, empresa estadounidense dedicada al diseño, desarrollo y fabricación de dispositivos médicos, que en Montevideo se focaliza principalmente en neuroestimuladores. “Entré a la empresa hace cuatro años en el cargo de técnica en diseño mecánico y, luego de dos años (este año), fui promovida al puesto de ingeniera”, contó.
Nicolás Noblía, por otra parte, hace lo propio como Design and Commercial Product Manager en Berlin Brands Group, una empresa alemana que nuclea varias marcas dedicadas a diferentes categorías de productos, dedicada al diseño y comercialización de productos de consumo masivo a través de canales de venta digitales, principalmente Amazon.
Allí, Noblía es responsable de Blumfeldt, una marca enfocada en el área Garden & Living. Su rol implica analizar datos de mercado, buscar tendencias de consumo y estudiar qué es lo que el consumidor está buscando, para posteriormente comenzar el proceso de diseño de un producto que cumpla con las necesidades funcionales, estéticas, técnicas y comerciales que exige el mercado.
Según él, “BBG es una empresa que apuesta a la modalidad remota y que está en un momento de crecimiento, y que además reúne dos áreas que me apasionan: el diseño y los negocios”.
Pablo Pirotto es parte de Asuan S.A, fabricante uruguayo líder en sistemas de procesamiento y empaque de carnes rojas para América Latina y, a partir de este año, asociada con Frontmatec: el principal proveedor a nivel mundial de equipamiento a medida y soluciones en automatismos para la industria cárnica. En su cargo como encargado de diseño y planificación, lidera un equipo de diseñadores industriales, tecnólogos mecánicos e ingenieros, para definir y optimizar el flujo de trabajo del departamento.
Por último, Pandolfo pertenece al departamento de diseño en Dafelir, una fábrica de láminas alveolares de plástico (cartonplast). También está encargada de realizar los prototipos y la logística de producción, principalmente diseño de exhibidores y cartelería, pero también desarrollo de nuevos proyectos.
El amplio abanico de oportunidades
Las especializaciones dentro del diseño industrial son muchas y muy diversas, y un claro ejemplo es el caso de estos cuatro diseñadores. Federica Fernández se especializa en el diseño mecánico y DFM Design for Manufacturability, “concretamente en el área de dispositivos médicos: implantables y externos''. Esto, según explica, fue consecuencia directa del rumbo que tomó su carrera laboral, y le permitió incursionar en un área que no conocía y que no abunda en Uruguay, una oportunidad de crecer.
“Me especialicé en el área del diseño de mobiliario, primero urbano por mis conocimientos en el área metalúrgica, y luego para el hogar”, dice Nicolás Noblía, que luego de desarrollar elementos con fuerte presencia de metal y ganar el concurso internacional Salao Design, junto a Andrés Espina (también Licenciado en Diseño Industrial por ORT) y Pablo D´Angelo (docente de la Escuela de Diseño de ORT), comenzó a trabajar sobre mobiliario para el hogar para importantes empresas del mercado brasilero, como Tok & Stok, Mobly, Muma, Veromobili y más. “Hoy en día, en BBG he abierto aún más mi foco, ya que el área de Garden & Living, además de mobiliario, involucra subcategorías como fogones, parrillas, calefacción, refrigeración, y más”, añade.
Pablo Pirotto se desarrolló en distintas áreas del diseño industrial en su carrera, que comenzó por el mobiliario a medida: “una experiencia increíble, donde la funcionalidad y la estética se combinan a la perfección con el objetivo de satisfacer las necesidades del cliente”, afirma. Después trabajó en el diseño de equipamientos y cañerías industriales de la industria metalúrgica, y en el desarrollo de transportadores para la industria frigorífica, cuando se especializó en criterios de transferencias, comportamiento de bandas y motorización para transportar productos.
“En mi caso, hace un año que trabajo con impresión digital, serigrafía, tecnología de corte CNC y troquelado”, señala Daiana Pandolfo, y añade que considera que su especialidad dentro del extenso mundo del diseño es el desarrollo de productos a partir de estas tecnologías, y que el acercamiento con la fabricación del material le ha permitido formarse acerca de la materia prima y la extrusión del plástico.
La motivación del diseñador industrial
Los motivos e incentivos de cada diseñador pueden ser tan diversos como la cantidad de posibles especialidades dentro de la profesión. Por ejemplo: la inspiración de Noblía pasa por el análisis de las situaciones cotidianas para la creación de un producto que refleje la personalidad de cada usuario, las infinitas posibilidades que eso supone y el agregado comercial que incrementa cada reto en sí mismo.
La de Federica Fernández, por otra parte, el aprendizaje y oportunidad de innovación que suponen el dinamismo propio de fabricar aparatos con características y complejidades particulares. El desvelo de Pirotto es la gestión de equipos y planificación de proyectos para desarrollar soluciones para la gente, con la premisa de “hacer las cosas bien”. Y a Pandolfo la motiva el orden, la simetría y la idea de que “la forma sigue a la función”, y el impacto ambiental de sus trabajos 100 % sustentables porque quiere contribuir al cuidado del planeta desde su lugar.
Sin embargo, en lo que todos coinciden es en la misión del diseño industrial como, en mayor o menor medida, transformador de la vida de las personas. A Fernández (que trabaja con dispositivos médicos) la motiva la responsabilidad que conlleva y, a la vez, lo gratificante que es diseñar un aparato que implique un cambio radical en la calidad de vida de los pacientes. Y en la misma línea, Noblía sostiene que “las posibilidades son infinitas, pero tomar decisiones acertadas para que todo tenga sentido y generar un producto que sutilmente mejore la vida de las personas, es un desafío constante que se vuelve atrapante”.
