“Desde los 15 años me diseño ropa para mí misma pero no lo veía como una carrera”. En 2004 Agustina asistió a una reunión informativa en la universidad sobre la Licenciatura en Diseño de Modas y le resultó interesante la propuesta. “En un primer momento vine a probar y continué porque quedé conforme. En el primer semestre de clases empecé a ver los avances”.
En 2006 por medio de la universidad le surgen diferentes ofertas laborales. “Fueron diseños de tapados, sacos de niños y niñas para la empresa Kabyr, cuyas ilustraciones se presentaron en México. Al mes siguiente trabajé para la marca Fiorucci, en la empresa Paradisus; hice toda la colección de jeans y remeras en tres meses. Me ofrecieron que fuera a diseñar para Brasil, pero no acepté porque quiero terminar la carrera”.
Agustina explica que se sintió preparada al momento de realizar los trabajos. “Entendía los códigos, lo que me pedían. En el segundo trabajo se usaban tendencias, venía todo de Italia, y yo tenía que hacer un rediseño para Uruguay. Los dorados de Europa acá no iban a funcionar; me sentí bastante cómoda con el tema. Me hablaban de público objetivo, de criterio de colección que es lo que más o menos se maneja en una empresa y lo entendí bien, me supe adaptar. Estoy totalmente satisfecha con lo que aprendí en la ORT”.
Actualmente está cursando el último año de la carrera. “Mi meta es recibirme lo antes posible y trabajar para sentir que lo que voy aprendiendo es lo que necesito para estar en la industria de la moda”.
