Entrevista con Fernando Díaz sobre una de las mejores tipografías del mundo en 2016 según Typographica.
¿Cuándo creaste, junto a Ignacio Corbo, Brother 1816?
La idea de hacer una tipografía en conjunto surgió a mediados de 2015. A partir de ese momento, trabajamos de lleno en el proyecto: el proceso de diseño en tipografía es largo, en nuestro caso duró un poco más de un año. Afortunadamente todo ese trabajo dio sus frutos.
¿Qué idea tenían en ese momento?, ¿qué buscaban realizar?
Nacho es uno de los diseñadores e ilustradores más talentosos que conozco, habiendo trabajado en el mercado y conociendo las necesidades tipográficas de los diseñadores de primera mano. Con su ayuda detectamos un nicho en el mercado que creímos interesante.
¿Cómo es Brother 1816?
Es una tipografía sans-serif que brinda la posibilidad al usuario de elegir entre dos estilos complementarios: la geometría y el humanismo. Por un lado, uno puede elegir que funcione como una sans-serif geométrica: especial para tamaños grandes en afiches, packaging, logos, etc. o bien como una sans-serif humanística: eficiente en textos de mediana/larga extensión para editorial, web, señalética, etc. Además, el diseñador puede elegir fusionar ambos modelos y generar algo diferente. El resultado es una fuente versátil y sólida.
¿Qué significa que ofrece 32 fuentes?
Brother 1816 es una familia tipográfica, eso quiere decir que cuenta con 32 variantes de peso y estilos (regular, italic, bold, bolditalic, black, blackitalic, etc.). Cada variante, a su vez, cuenta con 460 caracteres que sirven para distintos soportes idiomáticos. En total la familia completa suma más de 14.000 caracteres. Nos gustaría expandirlos en el futuro.
¿Cómo llegan a estar entre las mejores tipografías de 2016?
La selección la hace typographica.org, uno de los sitios web más importantes de tipografía, con estándares muy altos. La selección está a cargo de Stephen Coles junto a otros personajes internacionales de renombre. Uno no se postula, simplemente lo eligen, lo cual para nosotros es sumamente gratificante.
¿Qué supone este reconocimiento?
No creo que me corresponda responder lo que significa para el resto o para la tipografía uruguaya, pero en lo personal es un impulso a seguir recorriendo este camino, que comenzó hace 10 años como un hobbie incentivado por uno de los mejores profesores que he tenido: Vicente Lamónaca, hoy en día mi socio y amigo.
Para mí es una demostración de varias cosas. En primer lugar, de lo importante que puede llegar a ser un profesor en la vida profesional y personal de un estudiante. Segundo, vinculado con lo primero, es que si uno hace lo que más le gusta los resultados eventualmente llegan. Brother 1816 está a la venta en Google Fonts MyFonts y Fontspring, las distribuidoras más importantes de tipografía a nivel mundial, y también en nuestro sitio. Estimo que, apenas a un año de su lanzamiento, existen más de 2.500 diseñadores utilizando la tipografía, principalmente en Estados Unidos y Europa del Este.
¿Cuántas tipografías ya has creado?
Oficialmente cinco. Algunas me han llevado un año de trabajo, otras cuatro. Extraoficialmente tengo, por lo menos, tres fuentes a medio camino.
¿En qué estás trabajando ahora y qué estás haciendo en New York?
El estudio, la docencia e investigación son importantes en mi vida profesional. Realmente los disfruto. Creo que me crié de esa manera, con ganas de siempre seguir mejorando (sin perder de vista todo lo que uno ha crecido) y compartiendo con el resto. Esa forma de ser me trajo hace más de un mes y medio a The Cooper Union for the Advancement of Science and Art, en New York. Estoy en un curso intensivo en tipografía (12 horas por día, todos los días) de la mano de varios de los mejores profesores que podría pedir. En el curso nos hemos topado con personajes como los diseñadores tipográficos Matthew Carter o Gerard Ünger, hemos ido a colecciones especiales de bibliotecas como la de la Columbia University in the City of New York a analizar manuscritos e impresos medievales. Para mí es una especie de sueño cumplido.
