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El liderazgo femenino en la era digital y el síndrome de la impostora

10/03/2023
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Escuela de Postgrados y Actualización Profesional de la facultad, junto a + Mujeres UX invitaron a reflexionar sobre el liderazgo femenino en la era digital.
El liderazgo femenino y el síndrome del impostor

¿Es el mundo digital un lugar más propicio a la igualdad de género? ¿Cómo impactará el techo de cristal en el metaverso? ¿Sobrevivirá el síndrome de la impostora a la economía digital? Sobre esas preguntas dialogaron cuatro profesionales de la industria junto a la secretaria académica de la Escuela, Mag. Sabrina Bianchi, el 8 de marzo en ORT Rambla.

Desde Barcelona, disertó la periodista Mariana Valenzuela, cofundadora de +Mujeres en UX y líder de Producto y Experiencia en Prey. Valenzuela, que es activista por la inclusión de las mujeres en el mundo de la tecnología, actualmente está estudiando un Master en Gestión de empresas innovadoras con base tecnológica. Luego, se llevó adelante un panel entre tres profesionales, todas docentes del Diploma de Especialización en Diseño de Experiencia de Usuario. Moderadas por Bianchi, conversaron María de la Paz Iglesias —periodista, dedicada al UX writing desde hace siete años, que actualmente integra el área de producto y tecnología de PedidosYa—, Mariana Barreto —diseñadora industrial especializada en UX, que se desempeña como senior UXD / UX Lead en Globant— y Mariana Gil —diseñadora gráfica que trabajó en Europa durante los últimos 12 años, desarrollándose en el área de UI/UX design, Service Design y Customer Experience—.

+Mujeres en UX tiene como objetivo generar redes de contacto, aprendizaje mutuo y visibilización de las mujeres dentro de la disciplina de experiencia de usuario. “Lo que les voy a contar ahora es el aprendizaje de los cinco años que lleva +Mujeres en UX en ocho países: les voy a contar por qué a nosotras nos ha resultado trabajar en dupla”, anunció Mariana Valenzuela.

  • Beneficio 1. Colaboración.

    “Trabajar con un otro siempre va a generar muchas chispitas en la cabeza, dos cabezas piensan mejor que una. Esa colaboración y cocreación es constante”.

  • Beneficio 2. Complemento.

    “Creo que el ejemplo más ‘extremo’ son las disciplinas de las que venimos: Carolina es diseñadora y yo soy periodista. Nuestras habilidades eran muy complementarias porque, básicamente, ella era la imagen y yo era el copy”.

  • Beneficio 3. Aprendizaje.

    “Como las personas somos diferentes se genera un aprendizaje muy lindo al ver a la otra persona liderar. Eso podemos absorberlo y validarnos a nosotras mismas en la medida en que estamos haciendo las cosas”.

  • Beneficio 4. Refuerzo.

    “‘Lo hiciste super bien’, ‘la comunicación estuvo perfecta’, ‘me encantó cómo abordaste el equipo’: existe ese refuerzo constante que no solamente ocurre dentro de la dupla, sino también dentro del equipo que está alrededor”.

  • Beneficio 5. Compañerismo.

    “Para nosotras fue trascendental poder funcionar en la medida que sabíamos que, si una fallaba (estaba enferma, de vacaciones o lo que fuese), la otra iba a estar. Se genera un compañerismo muy grande porque sabemos que tenemos a alguien en quien apoyarnos”. 

  • Beneficio 6. Creatividad.

    “Como dos cabezas piensan mejor que una, existe un constante proceso de brainstorming al estar liderando en dupla, porque todas las ideas se terminan pingponeando, haciendo rebotar en la otra persona; de ahí viene el feedback y sumamos. Es muy efervescente la creatividad al poder hacerlo con otra persona al lado”. 

  • Beneficio 7. Recambio.

    “Al ser un trabajo de a dos, cuando hay una persona que necesita salirse de la comunidad o tomar otro rol, nos permite generar un recambio fluido del liderazgo”.

La invitación es cuestionar los modelos de liderazgo actuales. Cuando vemos que falta representatividad en un equipo, cuando vemos que en una mesa de toma de decisiones no hay ninguna mujer, digámoslo.

Mariana Valenzuela

Sabrina Bianchi preguntó a las presentes si sabían quién era Mira Murati. También lo preguntó en ChatGPT, el chatbot desarrollado en 2022 que responde basado en inteligencia artificial. Mira Murati es la ingeniera que lidera el equipo detrás de ChatGPT; sin embargo, la respuesta que recibió Bianchi fue: “ChatGPT fue creado por OpenAI, una empresa de investigación de inteligencia artificial con sede en San Francisco, California. El modelo fue entrenado por un equipo de ingenieros e investigadores de OpenAI utilizando técnicas de aprendizaje automático avanzadas y grandes conjuntos de datos de texto”.

Con esa anécdota como puntapié, la secretaria de la Escuela de Postgrados y Actualización Profesional abrió el debate acerca del síndrome del impostor —que se da cuando ciertas personas son incapaces de asimilar sus logros—, o más bien, de la impostora y cómo esto impacta en el liderazgo femenino dentro del mundo tecnológico.

María de la Paz Iglesias

¿Alguna vez se sintieron identificadas con el síndrome del impostor?, preguntó Bianchi. María de la Paz Iglesias contestó que sí: cuando la invitaron a esta charla. Mariana Barreto dijo que identifica esta situación cuando empieza a pensarse “hacia atrás”. Y Mariana Gil relató que, en el contexto internacional, es “muy tangible” la dificultad de las mujeres en el mundo digital, dado que hay muchísimo empoderamiento masculino y “te hacen sentir esa presión: latina y mujer, aún más”.

“Yo soy madre y muchas veces mi síndrome de impostora en el área profesional viene por el lado personal, ‘puedo hacer esto en lo profesional, pero siento que estoy fallando en lo otro’, en esta idea que tenemos de poder con todo”, contó Iglesias. Al respecto, Barreto compartió, como anécdota, que le preguntó a su madre si entendía qué significaba el síndrome del impostor: “me imagino que los trabajos que antes hacían los hombres ahora los hacen las mujeres”, le contestó. Barreto concluyó: “Lo que estamos viviendo hoy en día es una consecuencia de un cambio social que atravesamos durante muchos años”.

Mariana Gil

Desde el ámbito de la educación, sostuvo Bianchi, se sigue luchando con algunos paradigmas globales: “mujeres letras y humanidades, hombres números y negocios”. Iglesias apuntó que, dado que los algoritmos van aprendiendo, como es el caso de Chat GPT, “se corre el riesgo” de que sus respuestas se basen en experiencias y datos de mentes masculinas. “Entonces es bien importante que las mujeres nos involucremos en tecnología”.

Las tres profesionales, que serán docentes en docentes en el nuevo Diploma de Especialización en Diseño de Experiencia de Usuario, coincidieron en que las habilidades blandas no tienen que ver tanto con la disciplina sino en los vínculos: cómo una persona se desenvuelve con el resto del equipo, cómo presenta una idea, cómo se comunica. “Es la capacidad que tiene el líder de comunicar visión, cómo motiva a sus equipos de trabajo”, resumio Bianchi.

María de la Paz Iglesias remarcó que, por un lado, se realza la necesidad de las habilidades blandas pero, por otro, muchas mujeres se vieron muy afectadas en la pandemia y tuvieron que dejar de trabajar porque atender otras cosas en la casa. Las tres profesionales coincidieron en que es “muy importante” que el entorno político y cultural apoye a la mujer como ser individual.

Mariana Barreto

Mis primeros años fueron en “modo impostora”, no sabía que era líder, que estaba ayudando a un montón de personas, hasta que el rol se hizo formal. Me ayudó mucho entender mis debilidades para convertirlas en oportunidades de mejora.

Mariana Barreto

 

https://www.youtube.com/watch?v=qAsZF41jZdo

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